En la entrada anterior hablabla de tres posiciones habituales de un líder
respecto a su equipo de trabajo: empujar, arrastrar e inspirar.
Ahora me referiré a ese mismo equipo, pero visto desde la óptica del colaborador. (Y lo haré en tres entradas, siguiendo los buen
he recibido respecto a la longitud de los post :-))
Cada vez que el responsable de un equipo empuja, arrastra o inspira (o no
lo hace, o no lo hace cuando debería) deja una huella en el colaborador.