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TRAVELSHOP LOGROñO MEET IN VERANO 2020
Logroño
Maneras
devivir
Ciudad frontera entre reinos,
camino de prosperidad y
declarada primera Ciudad
Comercial de España en1997,
Logroño siempre apuntó buenas
maneras. Pequeña y manejable,
sus mejores escaparates se
reparten entre el casco antiguo, el
ensanche del siglo y el nuevo
modelo urbano, construido a
mediados del . Su potencial
económico la convierte
en epicentro de reuniones
comerciales de ámbito nacional
e internacional y, por ende, en un
variado callejero de compras.
E
l centro de Logroño nunca ha
dejado de ser el motor de la
ciudad. La peatonal y hermosa
Portales continúa aglutinando los co-
mercios más conocidos, los de toda la
vida, y es, junto a Laurel, un emblema de
la capital. En su número, a la altura de
la plaza del Mercado, comienza una ruta
que alterna gastronomía, arte y moda.
Aquí se encuentra La Luci Delicatessen
Gourmet, que ha conseguido en pocos
años convertirse en un clásico del pro-
ducto local. Javier Tuesta fundó este co-
mercio en honor a su abuela, que duran-
te años vendió pollos en el mercado de
abastos. La mayor parte de lo que ofrece
es riojano y presta especial atención al
aceite de oliva virgen extra de la región.
El establecimiento ha recibido incluso
un premio del Consejo Regulador por su
promoción del producto.
Avanzando por la misma calle se
llega hasta la librería Castroviejo, con
ediciones limitadas, libros minoritarios
e incluso folletos de museos o teatros.
Un catálogo realmente único y diferente
compuesto por cerca de. títulos.
Un poco más allá, sombreros y tocados
se dan la mano en la que seguramente
sea la tienda más antigua de Logroño,
Dulín Sombrerero. Más de años
adaptándose a los nuevos tiempos y a
todo tipo de cabezas con calidad arte-
sana y las mejores marcas.
Justo enfrente, la heladería Della Sera
es otro orgullo de la ciudad. Fernando
Sáenz, su fundador, cuenta nada menos
que con el Premio Nacional de Gastro-
nomía. No en vano, puede pasar meses
investigando nuevos sabores para sus
famosos helados. El más riojano quizá
sea el que llama «choco barrica», elabo-
rado con cacao y esencias de auténticas
barricas viejas. Él y su mujer, M.ª Ángeles
González, seleccionan las mejores frutas
y productos de cada temporada para sus
creaciones.
La calle Laurel es buen lugar para
reponer fuerzas probando los pinchos
y tapas de sus famosos bares. En la pro-
longación, la pequeña calle El Peso, es-
TEXTO Y FOTOS CARLA ROYO-VILLANOVA